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Una de las cosas que tenderán a desaparecer con el tiempo, son los mercados municipales, en pos de los supermercados y grandes superficies. Es una auténtica lástima, pues los primeros son lugares cálidos, de comentarios, cotilleos y reunión. En los segundos, el trato entre las personas es profiláctico. Difícilmente dos conocidos que se encuentran en un súper o gran superficie, hablan más de un par de minutos, cosa que no pasa en las plazas de abastos; donde el marujeo es constante.Otra de las cosas que voy a echar de menos, es la forma de corte de los carniceros. Uno puede querer filetes grandes o pequeños, gruesos o delgados. En cuanto a las frutas o verduras, todas han de comprarse homogéneas, como la sociedad en la que vivimos actualmente, demasiado uniforme para mi humilde parecer. Si uno quiere limones pequeñitos, o plátanos muy pasados, se va a tener que fastidiar.Tema diferente, es también el del regateo. Nos creemos que los supermercados son más baratos. Esto es relativamente cierto, pues también te ofrecen mucha mierda de su marca. Sabiendo regatear bien en una plaza municipal, compras más barato y mejores productos. Es muy lamentable que se pierda también la costumbre del regateo. Me queda deciros que muchos de los supermercados, están llevados por cuatro tecnócratas jovencitos que, la mayor parte de las veces, no saben ni donde tienen la cara.Ciertamente, echaré de mucho menos el olor de pescadería, el afilador, los gritos del Juan, el tonto de la plaza, el tullido y las pocas moscas que pululan por estos lares, abocados a su extinción. Una auténtica lástima...
Cómo me ha dejado las encías el puto dentista. Estoy como para comer chochos de vieja o almendras. Bueno, ha sido una chica, pues ya lo dejé bien claro en la clínica: preferentemente chicas para verme la boca. Hay tres dentistas féminas y uno varón, que va a ser el que me toque dentro de un par de semanas. Este me va a hacer lo gordo, y lo estoy temiendo; no por el dolor, sino por que la cosa se tuerza un poco. La mayor parte de la gente, va a los médicos con confianza. Yo, en cambio, no me fío de ninguno, por muy bueno que sea o que digan que sea.
Por mucho que un político lo quiera disimular, este suele responder a la máxima cartesiana. Me explicaré: "yo como pienso, luego existo"Me imagino que todo gobernante, también ha de ser un buen bailarín, pues además de hacerlo con la más fea, se dedica a bailar al son de la música que le tocan. Si la melodía que ahora baila ZP fuera escupida por un LP titulado "defiende el aborto", también lo haría. No os quepa la menor duda. Los políticos son grandes artistas, y muchas veces representan ideas que no comparten. Ahora me pregunto: ¿hasta qué punto es libre de hacer lo que quiera un mandatario de este nuevo siglo?
Salida a un centenar de metros del lugar de mi detención. Nótese la prensa y los cámaras de televisión. Estuve saliendo en todos los periódicos y canales de televisión, contra mi voluntad. Pero, bueno, me importa un comino. Lo que realmente me molesta del caso, es que los medios desvirtuaron los hechos a su antojo, dicendo mentiras y más mentiras. Ahora lo tengo claro: si alguna vez se me acerca un periodista, le daré con la cámara en las narices. Ahora comprendo a Carlos de Inglaterra y a Ernesto de Hannover. Qué bien lo hacéis, sois unos señores.
No hay mucho que decir, pero monté el pollo. Cuando digo que vinieron 23 coches de policía, es que vinieron 23. Al menos, eso es lo que comunicaron a fiscalía y demás. No soy peligroso, pero montaron un despliegue que ni con la ETA-
En este momento tengo una curiosidad histórica por satisfacer que, si bien no me quita el sueño, sí que me suscita interés. Cuando Colón le trajo de las indias a los reyes católicos a una pareja de aborígenes, no sólo me pregunto que fueron de ellos, eso es lo de menos. Lo que realmente me interesaría saber, es qué tipo de trato les dieron en el barco que los traía. Ya que la desnutrición y el escorbuto hacían mella en algunos, me imagino que les darían la mejor comida del barco, para que los reyes los viesen bien lustrosos. No sé, algunas veces creo que me pregunto cosas bien raras.
A mí, lo que me mosquea de la Historia, es que no nos cuenten todo. El plan Marshall, parece un acto de colaboración y solidaridad con la Europa caída y harapienta de la postguerra. Y digo "parece", porque me extraña que los norteamericanos nos tendiesen la mano de una manera tan desinteresada. Más bien me imagino que lo harían para intentar fortalecer a Europa y evitar que se expandisen los países del bloque del Este por esta vertiente, los cuales iban creciendo cada vez más -anexión de Hungría, Checoslovaquia, etc-Este, es al menos mi análisis barato de la situación. Puedo estar equivocado, o no. Más bien, apuesto por esto último.
No me sorprende para nada el impulso que va a recibir el sistema sanitario en los EEUU. De hecho, ya me imaginé su gestación con eso de la caída de los últimos vestigios del telón de acero. Es lógico, mantener a medio mundo defendido de la amenaza comunista, cuesta mucho dinero. Ahora que ya no es tan necesario mantener la estructura, empieza a inyectarse el dólar del contribuyente en más sanos menesteres. Este es al menos, mi teorema. Mañana hablaré un poco del por qué del por qué del plan Marshall.
En cierta ocasión le dije a una amiga mía que Dios aprieta, pero no ahoga. Su respuesta me dejó sin palabras: "también podría apretar un poco menos"
Lo tengo más que claro; el diablo lo hizo mal en el desierto, a la hora de tentar a Jesús. Me temo que fue un poco chapucero.
Si me hubiese tocado por mi parte tentarle, lo haría en el momento en que El estuviese tranquilo, y reflexionando en su casa después de predicar. Le diría "para que esforzarte en implantar una religión, si sabes a priori que el Cristianismo no va a funcionar." "La gente seguirá matando y haciendo de las suyas". "En Tu nombre, se harán tantas maravillas como barbaridades". "Dejalo, no vale la pena" "No Te esfuerces por estos imbéciles"
(...)perdónanos nuestras deudas, como así nosotros perdonamos a nuestros deudores (...)"Pues si Dios tuviese que perdonarnos, como nosotros perdonamos al prójimo, la llevaríamos clara. Es una parte del Padre Nuestro que reformaría.
"Una miga de pan es algo insignificante para alguien, pero lo es todo para una hormiga."
Moraleja: deja de hacer el gilipollas de tanto quejarte, que los hay que ni agua caliente tienen.
