domingo, 7 de marzo de 2010

Mis perrillos







Estos son mis perrillos. Fieles y cariñosos, te salen más baratos que tener amigos o criar a un niño. No tienes que invitarles a copas, ni cambiarles los pañales. Tal y como está la vida, mejor tener perrillos.

El más pequeño, es Tais, sin "h" intercalada. La "grandota", se llamaba "Martina", pero yo le puse "Tula". Ambos son de adopción, y te resultan más cariñosos que los de las tiendas, ya que saben lo que es estar en la calle. De todas formas, los spaniels, son extremadamente dulces y mimosos por naturaleza, y tienen unas cualidades cinegéticas bárbaras. Son los canes más apreciados por los cazadores, salvo cuando se asustan con los tiros. Entonces, les pegan una patada y los abandonan, ya que creen que no sirven para la caza. No les censuro por ello, pero pienso que el perro es un animal de costumbres, al igual que el hombre. En estos casos, con un poco de paciencia, sí que se les puede adiestrar para la caza. Lo que pasa, es que eso conlleva tiempo, cosa que es un lujo para un hombre del S. XXI.

13 comentarios:

  1. Son una maravilla sólo hay que fijarse en sus ojitos, emanan pureza y bondad. Me gustan los animales, ellos nunca piden sólo dan, en eso se parecen a Dios.
    Yo tengo gatinas y las adoro, y no tengo pudor en decir que las amo más que a determinadas personas, pues lo merecen.
    Es encomiable que los adoptases, yo tengo en mientes lo de adoptar un galgo, pero tendrá que ser de tener una casa más grande.
    Un besote!!

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  2. Son muy guapos, Paco. Se nota que son buenos, se les ve en la mirada. A mí me gustan los perrillos así, cariñosos y juguetones.
    Besines.
    ;O)

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  3. Pues claro que son un encento, como el dueño. Les he acostumbrado a tapear conmigo en casa, a eso de la una. Como colofón, hay días que les vierto un poco de vermouth en sus comederos. Les encanta, y se lo beben volando.

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  4. Al pequeñajo, le encantan los huevos escalfados y las sardinas. Más gato que perro parece. A la otra le desviven los tomates y demás verduras. No tengo perros, más bien gatos y vacas.

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  5. Oye, lo de las vacas, tendrás que explicarlo, porque tengo entendido que vives en un piso, ¿no? ¿O es que te has mudado a la India, Bellaco? jiji, que conste que tú mismo te llamas así...
    Sé bueeeeno.
    ;o)

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  6. En un piso pueden cohabitar vacas, gallos y personas. Otra cosa, es que te la armen...

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  7. Se ensancha un poco la puerta, y ya está. Después, se las lleva uno a pastar al parque.

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  8. En mi país no hay luz, ni alquitranes ni altramuuuuuuzzz. Como ves, Paquito, me inspiras y despiertas mi vena surrealista... Lo de tener una vaca en casa tiene otros inconvenientes como el de las ensaimadas...
    Bueno, tú verás.

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  9. Bueno, tener ganado en casa, es relativamente normal. En muchos hogares hay más cuernos de la cuenta. :)

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  10. Estos perritos tienen cara de tranquilitos

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  11. Sí, tranquilos cuando no está la perra en celo. Menudos son cuándo les toca cupido. Un saludo, Marga.

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  12. Estimado Paco,ya conoces el dicho:
    Cuanto más conozco a los hombres, más amo a mi perro. Es tanto lo que te dan sin pedir nada a cambio. Quizá sólo una caricia que apuntala todavía más si cabe el amor que sienten por su dueño. Se percibe en su mirada de agradecimiento, mansa como el discurrir de un arroyo

    En mi ya larga existencia, mi vida a veces ha dejado de ser soportable e incluso la vida de mi fiel perro ha sufrido un vuelco. Años atrás correteaba alegre y libremente por los campos oteando la mies, olfateando la perdiz y ciscándose donde le venía en gana, cosa imposible en las actuales circunstancias dada mi condición de prisionero ciudadano sin tiempo ya para comprar la libertad y refugiarme a campo abierto.

    A veces pues, perro y amo tenemos el semblante torvo, la mirada agreste y el ánimo esquivo.
    De vez en cuando, ambos nos miramos en silencio hablándonos con los ojos del alma recordando finiquitados tiempos e intentando aspirar lejanas e incorpóreas fragancias de romeros en flor.

    Un abrazo para ti y otros dos pata Tais y Tula.

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  13. Te comprendo perfectamente, José Luis. Sé de lo que hablas. Nada como la naturaleza, los perros y una escopeta para el que quiera. Eso es tan bonito, que no lo cambiaria por casi nada, salvo por el temple y serenidad que la la pesca.

    ¿Baloncesto, fútbol? No, gracias. Campo y mar,caza y pesca por encima de todo. Gorjeos y trinos, en vez de aplausos; viento y olas rompiendo, en lugar de abucheos. Paisaje agreste, por encima de cualquier óleo de Velázquez o Zurbarán.

    Por cierto, me gusta cómo manejas el castellano. Me da por pensar que se me ha colado un juglar en el blog. No pierdas la costumbre de infundirle ese aroma tan personal a tus escritos, pues lo haces de una manera muy soberana. Un saludo muy cordial, Paco.

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